Español: En el mensaje de esta semana, nos centramos en una verdad fundamental sobre Dios: Su eternidad. Reflexionamos sobre cómo nosotros, como seres humanos, estamos atrapados en el tiempo y deseamos poder viajar a él, ya sea para corregir un error o cambiar algo del pasado. Sin embargo, Dios está más allá de las limitaciones del tiempo. Él no tiene principio ni fin; Su existencia es eterna. En el Salmo 90, Moisés nos recuerda que Dios es el mismo desde los tiempos antiguos hasta los tiempos futuros, sin necesidad de creación para ser Dios. Nuestro Dios eterno tiene acceso completo al pasado, presente y futuro, lo que significa que Él sabe el momento perfecto para cada cosa que ocurre en nuestras vidas. Mientras que nosotros a menudo sentimos que Dios llega tarde, Él orquesta todo con infinita sabiduría y en el tiempo perfecto. A través de pasajes como Eclesiastés 3, aprendemos que todo tiene su tiempo, y que incluso las experiencias difíciles y dolorosas tienen un propósito en Su plan eterno. En medio de nuestra lucha por entender el tiempo, somos llamados a confiar en el perfecto timing de Dios, sabiendo que Él está trabajando siempre para nuestro bien, incluso cuando no entendemos completamente el porqué de cada estación. Esta semana, te invitamos a entregar a Dios las áreas de tu vida donde luchas por confiar en Su tiempo perfecto. English: In this week’s message, we focus on a fundamental truth about God: His eternity. We reflect on how, as human beings, we are trapped in time and often wish we could travel through it, whether to fix a mistake or change something from the past. However, God is beyond the limitations of time. He has no beginning or end; His existence is eternal. In Psalm 90, Moses reminds us that God is the same from ancient times to the future, needing no creation to be God. Our eternal God has full access to the past, present, and future, meaning He knows the perfect time for everything that happens in our lives. While we often feel that God is too late, He orchestrates everything with infinite wisdom and at the perfect time. Through passages like Ecclesiastes 3, we learn that there is a time for everything, and even the difficult and painful experiences have a purpose in His eternal plan. In the midst of our struggle to understand time, we are called to trust God’s perfect timing, knowing that He is always working for our good, even when we don’t fully understand why each season is unfolding. This week, we invite you to surrender to God the areas of your life where you struggle to trust His perfect timing.